Os informo con gran satisfacción que el contenedor que cargamos y enviamos el pasado 5 de marzo ha llegado ya a la parroquia de los Santos Arcángeles, donde la carga está siendo distribuida entre la población más necesitada y carente de recursos. A todos los que habéis aportado material para el contenedor o colaborado en la carga, os transmito la gratitud enorme que nos llega desde nuestros amigos de Honduras y la seguridad de que nuestra ayuda está beneficiando a muchas familias y niños de sus comunidades. Ellos la reciben “como un signo palpable de nuestra permanente solidaridad para con su país”.