José Moisés Pineda es un niño hondureño que padece una grave deficiencia auditiva y que no cuenta con medios en su país para ser tratado de esta discapacidad. De hecho, vivió con su familia hasta hace unos años aislado en un un medio rural, donde se crió sin escolarizar.

En noviembre de 2011 fue visitado y evaluado por un médico de nuestro Proyecto Sanitario quien determinó que probablemente, con un tratamiento adecuado, José Moisés podría recuperar la audición.

A principios de 2012, con el objetivo de mejorar su autonomía y perspectivas de futuro, nuestra Asociación inició los trámites ante el Servicio Andaluz de Salud para que pudiera ser evaluado y tratado de su discapacidad por el servicio de otorrinolaringología del Hospital Virgen Macarena de Sevilla. Fue necesario, a la vez, realizar largas y complejas gestiones, tanto en Honduras como ante la Delegación del Gobierno de España en Sevilla, para conseguirles a José Moisés y a su acompañante, los pasaportes y los correspondientes permisos de entrada y estancia en nuestro país. Por fin, el 26 de agosto de 2012, llegó a Sevilla donde se alojó en casa de un miembro de nuestra Junta Directiva.

Su adaptación a la vida en Sevilla fue rápida y sencilla.  Es un niño cariñoso, respetuoso, muy alegre, entrañable y lleno de vida.

Su primera cita médica en el Hospital fue el 6 de septiembre con resultados esperanzadores, ya que el doctor que lo atendió estimó que podría recuperar la audición con un implante coclear. Tras las pruebas y análisis correspondientes, fue operado con éxito el  18 de septiembre y, tras permanecer unos días ingresado, se recuperó sin problemas de la intervención quirúrgica y volvió a su vida normal.

En octubre comenzó un curso de aprendizaje de la lengua de signos impartido por la Asociación ACISO e iniciamos gestiones con la delegación de Educación para su escolarización. Ésta pudo llevarse a cabo el 22 de octubre en el colegio público Elena Canel y resultó  un éxito.  José Moisés se adaptó con facilidad  y con su buen comportamiento se ganó rápidamente el cariño de sus compañeros y su maestra.  Durante el mes que permaneció en el colegio desarrolló apreciablemente hábitos de socialización, concentración y trabajo en grupo. A la vez  continuó acudiendo al hospital a revisiones médicas periódicas  y a  sesiones de rehabilitación con un logopeda, hasta que  se le activó por fin  el implante. Pronto fue evidente que José Moisés oía pero no era capaz aún de distinguir ruidos de  palabras ni de emitir sonidos.

A finales de  noviembre, sor Catalina, una pariente religiosa de José Moisés fue destinada a España para poder hacerse cargo de él como tutora.  Por este motivo, se trasladó a vivir  a Murcia donde continuó su escolarización y rehabilitación en el colegio Santa María de Gracia, un colegio que dispone de muchos medios para atender a niños con problemas de audición y lenguaje. Permaneció en Murcia hasta el verano pasado. Tras conseguir el graduado escolar,  de común acuerdo con sor Catalina y las franciscanas de la Purísima Concepción que se encargaban de su cuidado, se decidió que era el momento de que volviera  a Honduras. José Moisés oye bien, pero a pesar del trabajo semanal con una logopeda, sigue teniendo muchas dificultades para la articulación de sonidos. Tenemos  la esperanza de que, ya en Honduras, pueda adquirir un mínimo de habilidades y destrezas que le permitan en el futuro aprender un oficio y ganarse la vida dignamente.

Queremos agradecer  desde aquí la colaboración de tantas personas e instituciones sin cuya ayuda este proyecto humanitario no hubiera sido posible. En primer lugar, agradecemos a la Fundación Grupo Azvi y a la Diputación de Sevilla haberse hecho cargo de los pasajes de avión de José Moisés y de su acompañante desde Honduras a España. Las gestiones de D. Julio Azancol Yañez, cónsul de Uruguay en Sevilla, han sido una ayuda fundamental para la obtención y renovación de los permisos de entrada y estancia en nuestro país. Agradecemos también a D. José Luis Gutiérrez Pérez, gerente del SAS, su colaboración para conseguir que José Moisés pudiera ser atendido en el Hospital Virgen Macarena.  Estamos muy agradecidos a todo el servicio de otorrinolaringología, en especial al jefe de servicio D. Serafín Sánchez, al doctor D. Agustín Alcalá que lo operó y al coordinador del servicio D. Francisco Ropero.

Gracias  a la directora, logopeda y maestra de José Moisés en el colegio Elena Canel por el interés, cariño y atención con el que trataron al niño.

Por último, gracias a las franciscanas de la Purísima Concepción, que lo acogieron en Murcia y que han hecho posible que durante 4 años José Moisés haya estado estudiando y rehabilitándose con el fin de sacar el máximo provecho posible al implante.